sábado, 1 de marzo de 2014

Corazón Serrano de Uterope

Cuando Corazón Serrano empezó a romperla en las radios, hace ya unos cuatro años, lo primero que pensé era en lo atrevido del nombre. Serrano. Es un término que pocas veces había escuchado utilizar de una forma no despectiva. Y sin embargo, el grupo del momento se llamaba a sí mismo orgullosamente serrano; y no sólo eso, sino que sus fans capitalinos tampoco tenían ningún complejo en pedir las canciones de serranos.


Me voy a robar un post imprescindible del desenfadado escritor español Hernán Migoya, que anda por estas tierras últimamente y que ha dicho que desde que empezó el año "no escucho a Britney, ni a Rihanna, ni a Katy Perry ni a Janelle Monae. Mi corazón es ya esclavo de Corazón Serrano."

Migoya explica muy bien el ascenso al estrellato absoluto de este grupo (tanto así que, por si ya lo olvidaron, "Corazón Serrano" fue lo más buscado por los peruanos en YouTube durante el 2013). Aquí va:

"Corazón Serrano es la nueva sensación de la música popular peruana, pese a que ya tienen más de dos décadas de rodaje. Son un grupo cumbiambero que está arrasando casi como un hito de raíz social en los sectores más humildes y desprejuiciados. Funcionan como una orquesta tradicional, con un par de voces masculinas (uno de los cantantes se llama Stalin Zapata, por si no quedaba clara su raigambre y afiliación) y hasta cuatro femeninas, que se turnan según la canción interpretada. Apenas han llegado todavía a aparecer en la TV nacional, ya que se iniciaron como un fenómeno marginal: se han ganado a sus millones de fans a través de años de persistente trabajo hasta lograr sus actuales conciertos masivos, ayudados por la difusión de su música a través de la radio, youtube, etc."


"El boom consagratorio de Corazón Serrano, justificado por un repertorio sólido donde abunda la composición propia, ha coincidido con la incorporación hace dos años de su más joven cantante, la encantadora Thamara Gómez. La muchacha mintió sobre su edad en las pruebas de selección (aseguró que tenía 15 años, ¡cuando solamente contaba con 12!) y ahora, con 14 primaveras, es ya toda una estrella del espectáculo. En más de un foro se suceden penosas situaciones con babosos soltando toda clase de procacidades sobre ella, hasta que se enteran de que es menor, y MUY menor.

Thamara no tiene ninguna formación musical y eso se nota un montón en su inseguro registro vocal. Pero sin embargo dispone de un potencial de oro para ser la más grande de las divas peruanas del pop: le sobran juventud, ángel y oportunidad. Mi tema favorito de los que interpreta es Cómo te olvido, una pegadiza canción que a mí me recuerda el I surrender de Steps. El vídeo, grabado en directo y con más de 5 millones de visitas, se abre con el percusionista dándole duro mientras a su lado un individuo (¿el mánager?) consulta absorto su teléfono móvil, un momentazo hilarante cortesía del segundo 12"


"Pese a la factura de ese vídeo promocional, en realidad Corazón Serrano es de los primeros grupos de cumbia peruana que han grabado videoclips decentes. Ello se debe al buen trabajo de Deivi Producciones y a la realizadora Shirley R, capaz de elaborar con medios muy ajustados unos envoltorios visuales más que dignos, y que salvando las distancias recuerda como generadora de momentos kitsch lo que Juan Antonio Bayona sembró en sus trabajos para Camela hace una década. Este ambicioso videoclip sobre un affaire entre un “gringo” mochilero y una señorita local, interpretada graciosísimamente por otra de las cantantes destacadas de la banda, Lesly Águila, resulta de lo más chocante por ese tétrico comienzo en el que el “papá” de la muchacha tortura al pobre chaval como si fuese un terrorista"



Migoya terminó su post, de hace menos de un mes, así:

Le deseo muchos éxitos a Corazón Serrano y que conquiste el mundo con su música, echando abajo las barreras del menosprecio clasista.

Lamentablemente, ese menosprecio idiota afloró hace poco, cuando unas imitadoras del grupo se presentaron en Yo Soy y Twitter se volvió un hervidero de racismo. Por si fuera poco, hoy falleció, víctima de un súbito aneurisma, Edita Guerrero, una de las vocalistas de Corazón Serrano. Ella era una de los hermanos Guerrero Neyra que fundaron el grupo hace casi 20 años en el distrito de Paicapampa, en la sierra de Piura.



Al parecer su muerte también ha provocado algunas reacciones de gente que, francamente, lo único que quiere es llamar la atención. ¿Para qué darles pelota? Por eso en este post hemos preferido celebrar el éxito de esta familia y repasar su triunfo, que es una forma, también, de mandarles cariño en este triste momento. Escuchen la voz de Edita, nomás:



Con el talento que tienen, estoy seguro que pronto volverán a los escenarios, dedicándole una canción a Edita. Para que continúen los triunfos (y las rabietas de los idiotas, que siempre son buena señal).

Cuando una paisana se va

Tomado del Blog de Gerardo Cabrera


Es un golpe duro, jodido, sobre todo para los que estamos lejos de la patria y de la tierra donde crecimos. Todos tenemos un vínculo musical común: Corazón Serrano: una agrupación de cumbia sanjuanera que creció desde abajo, de la humildad y el rechazo, y desde arriba, en la lejana sierra de Pacaipampa (Ayabaca, Piura). Entre los hermanos fundadores estaba Edita Guerrero Neyra. Hoy se nos fue: un aneurisma cerebral, tan solo treinta años. Seguramente sus restos serán velados en aquel asentamiento humano Micaela Bastidas, en Piura. Como un paisa más.


¿Por qué todos hablan de tu partida? Recuerdo la primera vez que escuché a Corazón Serrano: fue un aniversario de Montero, hace más de diez años. ¡Cómo olvidar ‘Alitas quebradas’ en la voz de Irma y ‘Mi escritorio’ en tu voz, Edita. En esa época eras prácticamente una niña. Ustedes, los serranos de Ayabaca, daban sonido a la cumbia sanjuanera por todos los distritos de la provincia, desde Jililí hasta Lagunas. Yo era un niño que creció con su música, la primera que nos revoloteaba a los churres que andábamos por ahí, entre los cerros, entre el cañazo, entre los pasillos y los sanjuanitos ecuatorianos.

Eran tiempos de la tecno cumbia en todo el Perú, del pop estadounidense, de las baladas de Enrique Iglesias, en fin. Y ustedes asomaban desde arriba, en la serranía norte, tocando, bajo el sello de ‘Éxitos del Mundo’, en pequeños locales piuranos y limeños, donde se juntaban los paisanos, los serranos emigrantes y emprendedores, los recién bajados. Eran tiempos de cambio, cuando la provincia se metió en la costa: los conos crecieron, los asentamientos humanos explotaron, los mercadillos pulularon y apareció el rey de la papa, del camote, de la yuca. Para ellos cantaban ustedes: el desamor, la lejanía, la sierra querida. Corazón Serrano, cumpita.



Pasaron los años y, luego de rechazos y perseverancia (tema que los reportajes actuales explotan sin medida), los productores radiales apostaron por ustedes. Su público fue creciendo. Temas como ‘Sueño o pesadilla’, el ‘Mix Pintura roja’, ‘Te sigo esperando’ o su clásico ‘Lágrimas negras’. Y ahí estabas tú, Edita, junto a tus hermanos. No necesitaron de prensa farandulera ni de escándalos mediáticos para ser famosos y ser parte ya de todo el Perú. Poco a poco surgieron, como se dice, y demostraron que se triunfa haciendo lo que se quiere. Ahora te vas tú, protagonista de la música peruana que revolucionó para siempre este país.

Y te vas en el mejor momento de Corazón Serrano, cuando todos los medios le hacen reportajes; son portada en diarios, puntos publicitarios de grandes conciertos; son criticados aún por muchos, y paisas del mundo entero gozan y gozan con sus canciones. Es muy apresurado interpretar el momento, pero dejo escrita esta nota porque soy un serrano de su cumbia sanjuanera. Como muchos, he enamorado y he bebido con su música. No se preocupe, Edita, quedan sus hermanos para que sigan creando y su público para que siga coreando.

Atentamente, un ayabaquino más.