sábado, 31 de agosto de 2013
La Palabra del Mudo de Julio Ramón Ribeyro
Un día como hoy: 31 de agosto pero en 1929 nació Julio Ramón Ribeyro: mi escritor peruano favorito. Gran cuentista,entre sus muchos escribió uno al que vuelvo siempre: "La Palabra del Mudo". El mismo dejò plasmado la razón del nombre de la colección de cuentos: “¿Por qué LA PALABRA DEL MUDO? Porque en la mayoría de mis cuentos se expresan aquellos que en la vida están privados de la palabra, los marginados, los olvidados, los condenados a una existencia sin sintonía y sin voz. Yo les he restituido este hálito negado y les he permitido modular sus anhelos, sus arrebatos y sus angustias.”
Todos los cuentos de La Palabra del Mudo son impactantes,reales,crudos y movilizantes porque son reales,porque le sucedieron y les sigue sucediendo a muchos pobladores del Perú y sin pecar de exagerada,de toda América Latina. Gallinazos sin plumas: la historia de dos nietos que viven junto a su abuelo recolectando basura para criar un cerdo que los saciará tal vez unos días del hambre.Inspiró la película peruana "Caídos del cielo". Alienación: el cuento sobre Roberto,un limeño de raza negra que soñaba con ser yanqui para ser feliz y ganar el amor de Queca,la bella chica que sólo amaba a los blancos. El Banquete: cuento sobre un hombre de clase media que organiza un banquete fenomenal para atraer la atención del gobernante y acceder al cariño del Poder. Y así,tantos cuentos que golpean la conciencia,que nos gritan justicia social.
Aquí les dejo los primeros párrafos de mi cuento favorito: Alienación.
"A pesar de ser zambo y de llamarse López, quería parecerse cada vez menos a un zaguero de Alianza Lima y cada vez más a un rubio de Filadelfia. Toda su tarea en los años que lo conocí consistió en deslopizarse y deszambarse lo más pronto posible y en americanizarse. Tuvo que empezar por matar al peruano que había en él y por coger algo de cada gringo que conoció. Con el botín se compuso una nueva persona, un ser hecho de retazos, que no era ni zambo ni gringo, el resultado de un cruce contranatura, algo que su vehemencia hizo derivar, para su desgracia, de sueño rosado a pesadilla infernal. Pero no anticipemos. Precisemos que se llamaba Roberto, que años después se le conoció por Boby,pero que en los últimos documentos oficiales figura con el nombre de Bob. En su ascensión vertiginosa hacia la nada fue perdiendo en cada etapa una sílaba de su nombre.
Antes que nada había de deszambarse. El asunto del pelo no le fue muy difícil: se lo tiñó con agua
oxigenada y se lo hizo planchar. Para el color de la piel ensayó almidón, polvo de arroz y talco de
botica hasta lograr el componente ideal. Pero un zambo teñido y empolvado sigue siendo un zambo.
Le faltaba saber cómo se vestían, qué decían, cómo caminaban, lo que pensaban, quiénes eran en definitiva los gringos. Lo vimos entonces merodear, en sus horas libres, por lugares aparentemente incoherentes, pero que tenían algo en común: los frecuentaban los gringos. Unos lo vieron parado en la puerta del Country Club, otros a la salida del cole
gio Santa María. Lucas de Tramontana juraba haber distinguido su cara tras el seto del campo de golf, alguien le sorprendió en el aeropuerto tratando de cargarle la maleta a un turista, no faltaron quienes lo encontraron deambulando por los pasillos de la embajada norteamericana.
Por lo pronto confirmó que los gringos se distinguían por una manera especial de vestir que élcalificó, a su manera, de deportiva, confortable y poco convencional. Fue por ello uno de los primeros en descubrir las ventajas del blue-jeans, el aire vaquero y varonil de las anchas correas de cuero rematadas por gruesas hebillas, la comodidad de los zapatos de lona blanca y suela de jebe, el encanto colegial que daban las gorritas de lona con visera, la frescura de las camisas de manga corta a flores o anchas rayas verticales. ..."
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